Está página contiene textos periódisticos acerca del desarrollo de la ciencia.

viernes, 5 de octubre de 2007

Rabanne, segunda parte


Abandonó la alta costura en 1999. Aguja, tijeras, hilo, soplete, tenazas. Sus metálicas y plásticas propuestas. Todo aparcado. Ahora, dice, está preparado para regresar. A sus 73 años, Paco Rabanne guarda el frescor de sus últimos perfumes. Una pasión que nunca ha arrinconado.

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Paco Rabanne conserva, a sus 73 años, esa imponente cabeza escultural y esa mirada de hombre que ha viajado en el tiempo desde su más tierna infancia. Su "doble mirada", como él mismo la llama, es la de un visionario que descubrió la modernidad junto a artistas, arquitectos, iluminadores y escultores de su época, mientras estudiaba arquitectura e investigaba los usos alternativos de los materiales y técnicas más actuales. De modo que en los años sesenta se puso a hacer colecciones de alta costura en las que las agujas eran frecuentemente sustituidas por tenazas y sopletes, y los tejidos, por chapas metálicas, cotas de malla de aluminio, placas de rodoid-plástico y encaje de hilos de metal. Las acompañó siempre con lanzamientos de perfumes de enorme éxito, producto de su larga asociación con la firma española Puig.

También inventó el vestido moldeado, realizado con metal o con plástico: algo que nos hemos hartado de ver, 40 años más tarde, en todas las pasarelas internacionales. Por eso, Paco Rabanne, que abandonó la costura en 1999, ha reaparecido ahora con muchas ganas de hablar, con ocasión de la presentación de su último perfume para mujer, Black XS for Her, un perfume gótico y rockero, telúrico y contemporáneo, que, según cuenta el maestro, deberá embrujar y provocar adicción.

Da usted la impresión de querer volver a la alta costura.

Sí. Cuando veo todo lo que he hecho en los años sesenta, y veo en qué se ha convertido la moda hoy día; cuando veo a esos jóvenes creadores ?de los que se dice que tienen talento? reconstruyendo las creaciones de los sesenta y setenta, me digo que es una idiotez, que se podría hacer algo nuevo y distinto. Si yo volviera a hacer moda, no haría metal. La moda está obligada a obedecer los criterios de su época. Tiene que estar en armonía total con la gestualidad de la mujer y con los hallazgos en obras mayores de arquitectos, pintores, escultores y músicos del momento. Tanto la mujer como el arte y el hábitat han cambiado mucho en 40 años; por tanto, es inútil volver a los sesenta. Cuando veo a mis colegas haciendo eso, pienso que son tontos: la moda ha de cambiar, porque el mundo ha cambiado. Mis vestidos de metal son arqueológicos, son historia.

¿Por qué tantas imitaciones de un pasado aparentemente más rompedor?

Porque no hay ideas rompedoras. Sin talento no hay ideas. Así de simple.

Los hay nuevos y con talento, pero quizá la presión del mercado?

No es eso, es que también hay una nueva categoría de periodistas de moda: los que practican el culto a la juventud, único lugar donde creen que hay talento. No es cierto: Picasso era joven a los 70 años.

Pero la época actual?

Esta época es tan bonita e interesante como todas las pasadas. No tiene sentido refugiarse en el pasado haciendo arqueología.

El perfume, una elección tan personal, se regala. ¿Por qué?

Porque el perfume es la seducción. Es esa famosa señal olfativa que emite una mujer cuando encuentra a un hombre que le gusta. Lo primero que hizo Dios para animar al hombre fue soplarle en su nariz. El olor es fundamental. Y el perfume es seducción. Todos los grandes costureros han creado su perfume. Nosotros damos las imágenes visuales para que las narices puedan interpretarlas como un perfume. Por ejemplo, Black XS for Her se ha inspirado en la ropa negra y roja, en lo auténticamente primitivo, en la primera y más básica seducción femenina. Representa una ruptura después de los 40 años que llevo con Puig.

En cuanto al perfume para hombre, se suelen manejar dos imágenes: homosexual y heterosexual. ¿Son dos mercados?

No. Yo he tenido amigos heterosexuales que se perfumaban con perfumes de mujer. Creo que es un tema superado.

¿La androginia presente y futura es una salida para las modas?

El mundo evoluciona, avanza y retrocede. La androginia de los años noventa confundió los géneros. Y hoy, con la nostalgia de los sesenta, setenta y ochenta reaparecen las barbies rubias. Todo vuelve, y hacia atrás: rubias, negras, largas, cortas; mujeres tan flacas como la Twiggy de los sesenta, que hoy resultan ser anoréxicas. En las modas, todo vuelve para partir de nuevo. Es el eterno retorno.

¿Los perfumes nacen para camuflar los olores del cuerpo?

Ya no. Pero sí en la época de Luis XIV en Versalles. La gente hacía sus necesidades detrás de las puertas, y el embajador de Persia denunció entonces olores insoportables? Y los jardineros plantaron naranjos y limoneros en todos los patios?

La música del anuncio de Black XS for Her es puro rock del duro, es oscura.

Es un perfume para hombres y mujeres góticos, en el sentido de que rechazan la modernidad y regresan a lo gótico, es decir, a lo primitivo, a otra forma de vestir y de expresar la sensualidad. Para mí, que siempre he hecho cosas modernas, representa una inflexión, un alto en el camino para reconsiderar la sexualidad y la sensualidad de la seducción, para volver a las bases primeras de la seducción. Ese lado gótico representa a toda la gente que desea recuperar las raíces más básicas de la seducción, como los tatuajes, por ejemplo. Es algo telúrico y primitivo.

¿Es para usted un retorno a sus raíces vascas, a la mitología?

Tengo mucha suerte por haber nacido en el País Vasco y haber crecido en la Bretaña francesa, pues son dos países viejos, con tradiciones, leyendas y misterios antiguos. Eso siempre me ha ayudado mucho en mi imaginario.

¿De ahí sale el espíritu de sus últimos perfumes?

Sí. Las almas tienen su perfume. ¿No se dice, por ejemplo, "en olor de santidad"? Black XS for Her contiene ese espíritu de seducción. El primer ser que creó Dios fue Lilith, la mujer roja cuya belleza sedujo a Lucifer, el portador de luz. Y ambos cayeron sobre la tierra para salvar a los humanos y crear a Adán y Eva.

De ahí al futuro, o el futurismo. ¿Será posible fabricar robots con toda la belleza y los sentidos de los humanos?

Nuestro mundo es hoy un mundo electrónico lleno de gadgets, aunque no incluye los robots, sino algo más temible, la procreación de clones, de los cuales algunos acabarán siendo clones esclavos.

¿Entra en esta categoría la obsesión por rejuvenecer artificialmente como única vía para sentirse bien, seducir o incluso obtener trabajo?

La feroz competencia entre los individuos es algo muy preocupante. En lo sentimental y en lo laboral, para muchísima gente la cirugía estética es una salvación. Para mí es una enorme exageración. Pechos y labios siliconados, frentes y cejas paralizadas por el Botox? Las apariencias se uniforman, y se olvida que la verdadera belleza está en la luz de una mirada, en el encanto de una sonrisa o en la ternura de una arruga. La búsqueda de la juventud y la belleza duraderas siempre ha existido, pero bajo otras formas. El maquillaje, las pelucas, las joyas y los perfumes, en un principio destinados a los dioses, fueron adoptados por las mujeres desde el principio de los tiempos para seducir. Éste es uno de los instintos más básicos del ser humano.

El plástico ha invadido nuestras vidas. ¿Sigue siendo una materia 'noble' como en los años sesenta?

Ante la disminución de las materias primas naturales, el plástico me pareció entonces una solución al problema. Creo que actualmente nuestras creaciones deben adaptarse a una necesaria práctica ecológica para evitar el aumento de la contaminación, y mi propuesta para la costura se basa en desechos industriales y materiales reciclados.

¿Se considera un hombre satisfecho?

Un creador nunca está satisfecho del todo. Sigo deseando llegar más lejos todavía. Sin embargo, mi trabajo en la moda y su relación con la vida, con el mundo, junto a una intensa búsqueda en lo espiritual, en el arte y en la tradición, han significado un enriquecimiento personal en todos los sentidos posibles. En este mundo de locos, son los creadores quienes aportan ese soplo de aire fresco que permite que la civilización avance. Que todo se mueva.

Los extraterrestres ya no nos quieren

Se convirtieron en el tema estrella de debate entre políticos, militares y científicos durante la guerra fría y deslumbraron a los habitantes de nuestro planeta. Los ovnis vivieron una época de esplendor a mediados del siglo pasado. ¿Por qué parecen haberse apagado los misterios y destellos de sus naves seis décadas más tarde?

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En la guerra fría, las sospechas sobre los ovnis cayeron sobre los soviéticos y las Fuerzas Armadas estadounidenses

La hipótesis extraterrestre resultó irresistible. Los comienzos de la exploración espacial la pusieron de moda

Un periódico español publicó en los sesenta unas fotos de supuestos ovnis montadas con un plato de plástico que colgaba de un hilo

Los 'contactados' con los alienígenas pasaron a equipararse a los que vieron al autoestopista fantasma o el 'Big Foot' estadounidense

Sesenta años atrás, en el verano de 1947, el piloto aficionado Kenneth Arnold sobrevolaba con su avioneta el monte Ramier (noroeste de EE UU) cuando se topó con siete extraños objetos que se desplazaban por el cielo a velocidad supersónica, "como platos rebotando sobre el agua", según comunicó a la prensa. El reportero de Associated Press informó que había visto "platillos voladores", pese a que Arnold dijo que los bólidos parecían más bien triangulares. No importaba: a los medios de comunicación les gustó esa descripción y la pusieron en circulación. La repercusión fue inmensa: en los meses siguientes se comunicaron avistamientos similares en todo el país y se habló de un platillo estrellado en Rosswell (Nuevo México), cerca de la base de los bombarderos con armamento atómico. Había nacido el fenómeno de los objetos voladores no identificados (más conocido por las siglas OVNI).

El firmamento se colmó de platillos. Hubo oleadas memorables, como la que en 1952 conmocionó la ciudad de Washington. Medio mundo había visto un ovni o conocía a alguien que lo había avistado. Nadie podía ignorarlos: políticos, militares y científicos se veían obligados a discutir sobre su presunto origen alienígena. En aquellos años, negar la posibilidad de vida inteligente en otros astros era el súmmum de lo políticamente incorrecto.

Seis décadas más tarde, los avistamientos de platillos se han vuelto esporádicos, y la prensa seria apenas les presta atención. Los apocalípticos mensajes de sus presuntos tripulantes han caído en el olvido; y las lucubraciones sobre la existencia de inteligencias extraterrestres han perdido mucho de su atractivo. Quienes salen a observar el cielo nocturno no van con la ilusión de divisar ovnis, sino, a lo sumo, una lluvia de estrellas. ¿Cómo se desinfló tan drásticamente el fenómeno quizá más enigmático del siglo XX?

Para responder convendría recordar que al principio nadie los relacionó con seres del espacio. La guerra fría arreciaba y las sospechas cayeron en los soviéticos y las Fuerzas Armadas estadounidenses. El hermetismo que rodeó la creación de la bomba atómica fijó la idea de que los militares ocultaban más de lo que decían. Parecía lógico que Arnold hubiera presenciado ensayos ocultos con misiles, explosivos y aviones espía. Así lo refleja la película The Flying Saucer (EE UU, 1950), en la que un sabio ruso inventa un platillo para vendérselo a unos estadounidenses convencidos de que "parece diseñado con un único fin: transportar una bomba atómica".

Esa asociación con armas nucleares no se entiende sin la psicosis atómica de la época. La bomba A, se decía, había abierto un estadio superior: la era nuclear. La revista Life calificó la fisión del átomo como "el mayor acontecimiento desde el nacimiento de Cristo". Pero no todos compartían ese entusiasmo. "¡Hemos creado un monstruo!", exclamó un locutor de la cadena NBC al oír de la destrucción de Hiroshima. La volatilización de las ciudades japonesas generó el temor a sufrir una tragedia similar. El sentimiento de inseguridad afectó a Superman, el icono de la autoestima nacional. El Hombre de Acero dejó de ser invulnerable. La culpa la tenía la kryptonita, una sustancia radiactiva. No se podía simbolizar mejor la angustia estadounidense de que el poder nuclear se transformase en su talón de Aquiles.

La inquietud creada por los ovnis dio lugar a pesquisas oficiales. Los expertos de la Fuerza Aérea estadounidense los desvincularon de la URSS y los imputaron a fenómenos atmosféricos y percepciones erróneas. Daba igual: ni los avistamientos ni el interés de la prensa y el público por el tema decayeron. En 1950, una encuesta Gallup indicó que todavía el 92% de los entrevistados creía que se trataba de un secreto militar estadounidense.

Ese año, Donald Keyhoe, ex oficial de marines y autor de cuentos fantásticos, proclamó que los ovnis eran naves venidas del espacio a vigilar los avances atómicos. Los militares lo sabían, pero lo ocultaban, acusó. No les tocaba a los testigos probar la veracidad de sus palabras, sino al poder demostrar que no escondía datos. Su declaración cayó en un terreno abonado por el pánico. El presidente Harry Truman, al saber de la existencia de la bomba A soviética, había ordenado fabricar un artefacto ultradestructivo, la bomba H, e instado a la población a prepararse para un conflicto nuclear.

En 1952, otro escritor de ciencia-ficción, George Adamski, anunció su encuentro con un venusino, quien le advirtió telepáticamente de los riesgos de la carrera nuclear. Se convirtió en el primer contactado de una larga lista.

Pocos repararon entonces en el parecido de las declaraciones de Adamski con la película de Robert Wise estrenada el año anterior, Ultimátum a la Tierra, donde el emisario de la confederación galáctica baja con su platillo en Washington con un aviso para los terrícolas: o terminan sus guerras o ellos impondrán la paz por la fuerza. No menos sorprendentes eran las coincidencias entre los relatos de los contactados y los cuentos sobre alienígenas de revistas como Amazing Stories, cuyas portadas ilustradas con platos voladores aparecieron mucho antes del episodio de Arnold. ¡El repertorio de la ciencia-ficción estaba siendo saqueado por los portavoces de los ovnis!

No importaba; la hipótesis extraterrestre resultó irresistible. A fin de cuentas, la creencia en otros mundos habitados tenía una acreditada solera; surgida en la antigüedad, cobró fuerza con el avance astronómico de los siglos XVII y XIX. La Luna fue el primer astro al que se asignaron habitantes; le siguió Marte con el espejismo de los canales, y luego, Venus. Los comienzos de la exploración espacial contribuyeron a ponerla de actualidad.

La bola de nieve siguió creciendo, imparable. En 1954, una ola de avistamientos extendió a Europa lo que parecía una rareza de Estados Unidos. Curiosamente, a medida que se difundía la creencia en su naturaleza alienígena, las descripciones de los ovnis se modificaron: en vez de discos chatos, ahora se avistaban platillos con una cúpula luminosa: la cabina de sus tripulantes. Un dato revelador de lo influenciables que eran las percepciones.

En lo sucesivo se verían platillos en distintas partes del mundo, si bien su epicentro se mantuvo en Estados Unidos. Las apariciones saltaron allí de las 46 mensuales registradas en 1955 a las 600 del último trimestre de 1957 (los mismos meses del revuelo causado por el Sputnik I), según el cómputo de Edward Condon, director del proyecto OVNI de la Universidad de Colorado.

La sociedad pedía respuestas, los científicos exigían pruebas, y los partidarios de la hipótesis extraterrestre sólo ofrecían testimonios de contactados. Todo se reducía a creer o no a los testigos. Y en Estados Unidos había muchos dispuestos a creer en la llegada de alienígenas. Lo había demostrado Orson Welles en 1938, al asustar a millones de neoyorquinos con un falso avance informativo de radio sobre una invasión marciana en Nueva Jersey.

Los contactados se proclamaron los paladines de un mensaje pacifista que una conjura de científicos, políticos y militares pretendía silenciar. En sus filas no faltaban farsantes y delirantes; pese a ello, sus acusaciones se vieron reforzadas por las evasivas de organismos burocráticos acostumbrados a la opacidad. Sus quejas sobre la hostilidad oficial también tenían una pizca de verdad: a los Gobiernos embarcados en la construcción de arsenales atómicos no les gustaba nada que agitasen sin cesar el espectro del holocausto nuclear.

Las denuncias, amplificadas por la prensa, dieron lugar a sesiones del Congreso de Estados Unidos sobre el asunto en 1966 y 1968, sin que se sacase nada en claro. Entretanto, la expectativa de un contacto inminente con los seres del espacio se intensificó. La NASA incluyó entre sus metas la búsqueda de vida en otros planetas. Recuerda Isaac Asimov que el director Stanley Kubrick contempló asegurar contra tal eventualidad su película 2001, una odisea espacial, pues temía que si se producía antes del estreno, nadie iría a verla. Respetables científicos dieron por segura la existencia de civilizaciones extraterrestres. El astrónomo Francis Drake cifró su número en decenas de miles; el Proyecto SETI comenzó a sondear el espectro cósmico en busca de mensajes radiales de otros mundos, y en 1972, el astrofísico Carl Sagan envió un saludo a los alienígenas a bordo de la sonda Pioneer X.

El contacto no se produjo, pero las acusaciones de encubrimiento continuaron. Su insistencia llevó al candidato a la presidencia Jimmy Carter a prometer desclasificar los archivos públicos sobre ovnis si ganaba. La Cámara de los Lores británica discutió en 1979 una moción para que el Gobierno hiciera públicos sus datos al respecto, que finalmente no prosperó.

En los años siguientes, el fenómeno perdió fuelle. Los datos enviados por las sondas Mariner y Viking desde el planeta rojo derrumbaron las esperanzas de encontrar vida inteligente ?"Marte está muerto", anunció un desilusionado titular de US News and World Report?, al igual que la información obtenida con la exploración de Venus y el sistema solar. Los radiotelescopios no captaron ningún mensaje alienígena; y las expectativas se rebajaron al nivel de encontrar microbios. La hipótesis extraterrestre se debilitó, y los avistamientos se hicieron menos frecuentes y menos espectaculares.

La apertura de los archivos clasificados al acabarse la guerra fría no cambió las cosas. Los contactados se llevaron un chasco. Las autoridades estadounidenses admitieron ocultamientos, pero no de los platillos, sino de vuelos de aviones espías. La Fuerza Aérea confesó que sus investigaciones sobre ovnis buscaban producir "declaraciones públicas falsas y engañosas para acallar el miedo y proteger un proyecto de seguridad nacional altamente sensible". Y los supuestos cadáveres alienígenas ocultados por agentes federales en Rosswell resultaron ser maniquíes empleados en un experimento secreto de aviación. La hipótesis del arma secreta no era tan descabellada.

¿Cómo reaccionaron los contactados a tan demoledoras revelaciones? Unos se replegaron en el misticismo: lo que se planteaba como un problema que requería una respuesta colectiva ?la carrera armamentista? derivó en asunto de salvación individual. Los visitantes, explicaron a sus seguidores, venían para ayudar a los elegidos a acceder a una nueva dimensión.

Otros se obsesionaron con las conspiraciones y abducciones. Los secuestrados acusan a unos seres llamados grises de someterlos a escalofriantes cirugías para quitarles semen u óvulos o injertarles dispositivos de control. ¿Finalidad? Crear la raza que sustituirá al Homo sapiens. Su gran enemigo es la CIA y sus "hombres de negro", agentes dedicados a ocultar evidencias sobre los alienígenas por orden de las grandes potencias, que esconden sus platillos y abducidos a cambio de acceso a su tecnología.

¿Cómo no ver en esos relatos la influencia de viejas películas como El pueblo de los malditos (Reino Unido, 1960), cuyas mujeres, fecundadas de noche por seres de otro mundo, alumbran una raza de niños sobrehumanos? ¿O del argumento de Invasores de Marte (EE UU, 1954), con sus abducidos controlados por implantes en la nuca; y del complot de Quatermass II (Reino Unido, 1955), dirigido a esconder a un peligroso extraterrestre en una base militar?

Otros devotos de los platillos, por último, se abocaron a buscar sus huellas en el pasado y a imputarles desde el bombardeo atómico de Sodoma y Gomorra, convertidas en las Hiroshima y Nagasaki de la antigüedad, hasta la construcción de monumentos ciclópeos (el autor de estas líneas constató en El Cairo la irritación de un guía turístico ante los visitantes que por enésima vez le preguntaban si las pirámides egipcias eran obra de los alienígenas).

Tales especulaciones dieron pie a una sonada broma a costa de los crédulos: los círculos del maíz. Los misteriosos diseños aparecidos en maizales de Inglaterra pasaron durante años por mensajes a los extraterrestres o pistas de aterrizaje de platillos. Finalmente, los ingleses Doug Bower y Dave Chorley confesaron haberlos realizados con sogas y estacas. El juego del escondite de los ovnis comenzaba a ser motivo de guasa.

En España no faltaron los avistamientos de luces extrañas ni los hallazgos de humanoides; pero su principal aportación al fenómeno ovni se produjo en 1966, al diluirse las esperanzas de vida en Marte. En aquel año, los creyentes en los platillos encontraron un recambio en el planeta Ummo. El contactado Fernando Sesma anunció haber recibido mensajes del misterioso astro y aportó fotografías de una nave avistada en el barrio madrileño de San José de Valderas. Las fotos, publicadas por el diario Informaciones el 2 de junio de 1967, resultaron ser un montaje hecho con un plato de plástico colgado de un hilo por José Luis Jordán Peña, según confesó más tarde. "Lo más increíble", declaró, es que "comencé a entrevistar gente que decía haber visto el platillo".

El fiasco hizo surgir una camada de investigadores críticos que buscaron una explicación natural a los avistamientos, sin abandonar la hipótesis extraterrestre. Posteriormente aparecieron periodistas que han hecho de lo misterioso una salida profesional, un periodismo especializado ejercido en revistas y programas televisivos donde los ovnis se codean con el santo sudario o el monstruo del lago Ness. "Ya no se preocupan por aclarar los hechos; sólo buscan la explicación paranormal", observa Luis Alberto Gámez, uno de nuestros mayores expertos en platillos voladores.

Su empeño desmitificador le ha valido disgustos: recientemente, un juez le condenó por tildar de "estafador" al periodista y escritor Juan José Benítez. Gámez no sale de su asombro: "Creía que decir en un documental de televisión que un poder mágico permitió transportar las estatuas de la isla de Pascua, sentar a Jesús en el Coliseo romano años antes de que el edificio existiera y sostener que los astronautas del Apolo 11 encontraron ruinas extraterrestres en la Luna era tergiversar la historia, mentir e intentar engañar al público. Parece que estaba confundido".

¿Qué ha quedado del fenómeno ovni? La falta de pruebas ha impedido a los científicos dilucidar el enigma, si bien el escepticismo es la postura dominante. Ninguno de los numerosos contactados que afirmaron haber subido a un platillo logró volver con un souvenir, un trozo de metal ultraterreno o un lanzarrayos; en fin, algo que zanjase la controversia de una vez por todas.

En definitivas cuentas, todo lo que resta son unas fotografías más o menos borrosas, unos cuantos libros y una montaña de recortes de diarios y revistas, pues el papel jugado por los medios de comunicación en su difusión ha sido enorme (no parece un detalle secundario el hecho de que los platillos se dieron a conocer en verano, una temporada de sequía informativa).

Para la psicología y la antropología sí existen documentos analizables: las declaraciones de los testigos. Éstas les han permitido clasificar los ovnis dentro de las leyendas urbanas, esas creencias extraordinarias que se transmiten como rumores y se repiten de un país a otro con ligeras modificaciones. De ese modo, los contactados pasaron a engrosar el variopinto colectivo de los que dicen haber visto al autoestopista fantasma, al motorista solidario y al monstruoso Big Foot de los bosques estadounidenses.

El semiólogo Roland Barthes lo tenía claro: los platillos son una fantasía colectiva nacida como reacción a la carrera armamentista; un mito celestial, porque "en el cielo es donde aparece la muerte atómica". En los años cincuenta y sesenta, de arriba podían llover misiles; hoy, del cielo no esperamos nada bueno ni malo. Ante la indiferencia, los ovnis se esfuman como un sueño.

Ahondando esa línea de interpretación, Dominique Caudron, experto francés en ovnis, recuerda que los extraños objetos voladores, lejos de ser privativos de la era nuclear, se remontan a la Francia de finales del siglo XVIII, poco después de los vuelos de Montgolfier. "La psicosis de las aeronaves fantasmas se inició a continuación de las experiencias que introdujeron el aerostato, la primera máquina voladora, en el imaginario de la época", sostiene. Las visiones de globos desconocidos siguieron en el siglo XIX, destacando el avistamiento en Francia de un inmenso globo rojo en 1873 y de un aerostato provisto de un poderoso reflector en 1884.

Dichos objetos cambian de forma en sintonía con la evolución de la aeronáutica. Con los zepelines aparecen extraños cigarros voladores; con la aviación, aeroplanos misteriosos (en 1910, los neoyorquinos avistan un avión negro; en 1933, Escandinavia sufre una invasión de aeronaves fantasmas; e igual ocurre en Austria e Inglaterra en 1937). Tras la última guerra mundial, y fresco el recuerdo de los cohetes V-1 y V-2 lanzados por Hitler contra Londres, vuelven a proliferar los cigarros voladores.

Caudron vincula esos 'dobles fan- tasmales' al paso de las concepciones místicas a la visión laica de la astronomía. La imaginación colectiva reaccionó poniendo aeronaves sofisticadas y enigmáticas donde antes creía ver espíritus y dragones, y depositó en ellas sus terrores y esperanzas. Los platillos representan la última etapa de la serie, cuando del cielo surcado por satélites y misiles bajan alienígenas angelicales a salvarnos del apocalipsis atómico.

No es casual, por otra parte, que el fenómeno ovni surgiese en un país a la vanguardia del avance científico y a la vez intensamente religioso; una nación donde el contencioso entre la ciencia y la fe dista de haberse resuelto, como indica la controversia sobre la enseñanza en las escuelas de la teoría de la evolución; un medio donde se producen peculiares mezclas de elementos científicos y religiosos, visibles en la creencia de adventistas, mormones y evangelistas en la existencia de extraterrestres inteligentes; o en la Iglesia de la Cienciología, cuyo fundador, el escritor de ciencia-ficción Ron Hubbard, combinó creencias gnósticas con la idea de que unos alienígenas inmateriales y bondadosos, los thetans, fueron confinados en la Tierra por un déspota galáctico hace 75 millones de años. Los humanos, precisa, estamos "ocupados" por los thetans, el sustrato de nuestra condición inteligente. La nebulosa ovni, por último, con sus contactados que evocan las apariciones marianas y su fascinación por la alta tecnología (extraterrestre), subraya la dificultad de separar ciencia y religión en ese entorno cultural.

Ese cúmulo de circunstancias habría llevado a tantas personas a creer de buena fe en lo que en muchas ocasiones era una puesta en escena de tópicos de la ciencia-ficción. El caso extremo lo representan los abducidos. Si los ovnis, como apunta el antropólogo Bernard Meheust, nos recuerdan que el hombre contemporáneo mantiene viva su facultad de fabulación mítica, las abducciones sugieren que además conserva el don de entrar en estados de trance, aunque no para comunicarse con el Más Allá como antaño, sino para expresar temores a los avances en medicina reproductiva.

Hoy, los ovnis han salido de los ti- tulares de prensa para incrustarse profundamente en la cultura de masas. Lo prueba el éxito de la serie televisiva Expediente X, un hábil reciclado de relatos de contactados. Las máscaras de los grises se han vuelto habituales en las fiestas de disfraces. Y los platillos revolotean a sus anchas en películas como Independence Day.

"Se han vuelto parte del acervo de creencias populares", señala Javier Armentia, director de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, dedicada desde hace más de veinte años a luchar contra las seudociencias. Lo que a él le preocupa es su legado de desconfianza en las instituciones públicas (según la última encuesta Gallup, el 76% de los estadounidenses cree que las autoridades ocultan información sobre los ovnis). "El recelo indiscriminado alimenta un escepticismo radical, responsable de que muchos piensen que la llegada del hombre a la Luna fue un montaje de la NASA", opina. "Eso revela una incapacidad crítica de la sociedad, que puede servir de base a toda clase de teorías conspirativas".

Para saber más: 'Mitologías', de R. Barthes (Siglo XXI, México, 1981). P 'Le Baron Noir et ses ancêtres', de D. Caudron ('Communications' nº 52, 1990). P 'El Escéptico Digital', boletín de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (en: http://digital.el-esceptico.org). P 'La pantalla profética', de P. Francescutti (Cátedra, Madrid, 2004). P 'La conexión cósmica', de C. Sagan (Orbis, Barcelona, 1987). P 'Para entender a los extraterrestres', de W. Stockzkowski (Acento, Madrid, 2001). P 'El fin del tiempo', de D. Thompson (Taurus, Madrid, 1998).

Donde nace la violencia

Los expertos llevan años haciéndose una pregunta tan vieja como el hombre. ¿La persona agresiva nace o se hace? La respuesta es clave: en el origen de la violencia está la semilla para la paz. Quizá las caricias y el amor en la infancia podrían resolver este interrogante.

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Un investigador descubrió una agresividad casi nula en tribus que mantenían un contacto estrecho con sus hijos

El cerebro es flexible, puede reaprender. Tenemos capacidad para reducir la violencia con un entorno afectivo

Los datos son cristalinos. Entre 2002 y 2006, las muertes de mujeres a manos de sus parejas aumentaron en España un 32,62%. Su maltrato, entre 2001 y 2005, un 143,67%. Entre 2000 y 2004, las agresiones a niños en el ámbito familiar crecieron un 108,67%. Las cifras del Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia no incluyen las agresiones de hijos a padres, pero reflejan una realidad preocupante: el mayor incremento de la violencia se está produciendo en el seno de la familia.

"El Homo sapiens es el primate más violento del planeta contra la hembra de su misma especie y contra sus propias crías", escribe James Prescott en su artículo Cómo la cultura modela el cerebro y el futuro de la humanidad. Prescott, ex director del Instituto Nacional de la Salud y el Desarrollo Infantiles de EE UU (NICHD, en inglés) y actualmente director del Instituto de Ciencia Humanística, lleva años persiguiendo el origen neuronal de la violencia humana a través de estudios que analizan la conducta de los monos y las costumbres de diversas tribus de todo el mundo.

Y si se habla de violencia del sapiens sapiens, hay que añadir la que inunda cada mañana los diarios e informativos de todo el mundo. "La violencia humana equivale a lo que se conoce como agresión entre los animales", explica Manuela Martínez Ortiz, profesora de psicobiología de la Universidad de Valencia. "La diferencia radica en que los animales la utilizan para solucionar conflictos de territorio, reproducción, etcétera, pero entre ellos se encuentra sometida a numerosos límites que los humanos han perdido. Nosotros no reconocemos los signos de sumisión del oponente que indican el final de la lucha. No hay límite y se puede llegar a masacrarlo completamente".

Algo ha ocurrido en el camino evolutivo para que el humano tenga formas tan propias de agresión. La neurociencia, la psicobiología y el estudio antropológico de ciertas tribus han aportado pistas interesantes que permiten bucear en los posibles orígenes de la violencia. Y, por tanto, también descubrir las semillas de la paz.

Una vez más, las redes neuronales actúan de caja negra, almacenando claves para descifrar el comportamiento y sus orígenes. La primera constatación neurológica es que el cerebro de un homicida o de un suicida presenta diferencias llamativas en comparación con el de un individuo no violento. En las personas agresivas, los centros ejecutivos ?los que modulan las reacciones impulsivas y a la vez son las regiones más evolucionadas? están ralentizados e incluso pueden llegar a estar completamente desconectados. Por el contrario, las áreas más primitivas, donde se gestionan los miedos y las emociones negativas, están más activas.

La cuestión inmediata es si esas diferencias biológicas siempre estuvieron ahí, si un violento nace o se hace. Más de dos siglos atrás, el filósofo Jean-Jacques Rousseau decía: "No hay pecado original en el corazón. El cómo y el porqué de la entrada de cada vicio pueden ser delimitados". Parece que el pensador francés tenía razón. Con todo el arsenal científico en la mano, Debra Niehoff, neurocientífica experta en el asunto y autora de La biología de la violencia, afirma: "La mayor lección que hemos aprendido del estudio del cerebro es que la violencia es el resultado de un proceso de desarrollo, una interacción entre el cerebro y el entorno".

El análisis podría dar para muchas páginas, pero comencemos por el principio, por el principio de la vida. Es aceptado por todos que las vivencias prenatales tienen una influencia fundamental en el comportamiento. Tras el nacimiento, con el cerebro en pleno desarrollo, las experiencias modelan aún más la arquitectura neuronal y, con ella, la personalidad del adulto. James Prescott sostiene que la violencia está íntimamente relacionada con el placer, o más precisamente con los circuitos cerebrales que dan la capacidad de gozar. En su opinión, las bases fundamentales para el arte del disfrute se adquieren a través del contacto físico y emocional con la madre, la primera fuente de amor. En esos primeros momentos se produce una asociación o disociación neuronal que quedará registrada en los circuitos en los que se gestionan el bienestar y el dolor. "Cuando no se toca y no se rodea de afecto a los niños, los sistemas cerebrales del placer no se desarrollan. La consecuencia de ello son unos individuos y una cultura basados en el egocentrismo, la violencia y el autoritarismo", asegura Prescott.

Este investigador partió de los trabajos con monos de otros científicos ?William Mason y Gershon Berkson? de referencia en esta área de la neurobiología. Se conocen desde hace décadas las consecuencias nefastas de la separación de la madre sobre el comportamiento y la salud de un individuo. Mason y Berkson vieron más tarde que los efectos negativos de la separación podían reducirse si los animales del experimento recibían un sucedáneo de madre: una estructura móvil de plástico con un recubrimiento similar a una piel. El movimiento resultó ser muy importante porque si la madre adoptiva no se movía, tampoco había efecto positivo. Este detalle llevó a Prescott a determinar que el balanceo materno ?que comienza cuando la cría está en el útero? tiene una acción fundamental en el correcto desarrollo del cerebelo. Esta región controla la producción de dos neurotransmisores (noradrenalina y dopamina). Ambos, directamente relacionados con la hiperactividad, la adicción y la agresividad.

A continuación, Prescott quiso ver qué ocurre en humanos, y lo hizo estudiando las costumbres originales relativas al contacto madre-hijo de 49 tribus de todo el mundo. Tal como había predicho, los grupos poco afectivos con sus niños, y con muy poco contacto piel a piel, presentaron altos niveles de violencia en la edad adulta. Sin embargo, la agresividad era casi nula entre los pueblos que mantienen un contacto muy estrecho con sus hijos.

En lo que se refiere a las sociedades llamadas desarrolladas, Jay Belsy, director del Instituto para el Estudio de los Niños, las Familias y Asuntos Sociales del Birkbeck College (Inglaterra) y coautor de un gran estudio del NICHD de 2001 sobre las guarderías, sostiene que los datos del mencionado trabajo, los de sus estudios anteriores y posteriores, indican que los bebés y los niños pequeños que pasan más de 30 horas a la semana en una guardería desarrollan en la adolescencia y preadolescencia una mayor tendencia a ser agresivos, a pelearse y a acosar a otros. Las interpretaciones de los mismos datos son variadas. Algunos expertos son muy críticos con Belsy porque consideran que es un extremista y que exagera los resultados, además de ser un enemigo de los derechos de las mujeres trabajadoras.

Louis Cozolino, profesor de psicología de la Universidad de Pepperdine (EE UU) y autor de The neuroscience of human relationships (La neurociencia de las relaciones humanas), explica que "cuando no hay mucho contacto o existe una falta de cuidados es más probable que el cerebro desarrolle un sistema dirigido fundamentalmente por la adrenalina. Esto dará lugar a un tipo más violento, más agitado. Algo que tiene sentido desde un punto de vista evolutivo. Cuanto menos protegido esté un niño por sus padres, más agresivo tiene que ser para sobrevivir".

La ecuación contraria es igualmente válida. En un entorno de afecto, contacto y amor se activan los circuitos neuronales de la serotonina, un neurotransmisor del bienestar. Dicho de un modo simple, el cerebro registra las experiencias vitales en forma de códigos químicos que crean algo así como un ambiente neuronal específico para cada individuo. Cada vez que interaccionamos con una persona nueva lo hacemos desde ese escenario cerebral que condiciona totalmente nuestra forma de percibir el entorno y la respuesta ante él.

Michel Odent, un conocido obstetra francés, no duda en afirmar que "se producirá una revolución en nuestra visión de la violencia cuando el proceso del nacimiento se vea como un periodo crítico en el desarrollo de la capacidad de amar". La primera hora después del nacimiento es clave para que la biología y la psique reciban una impronta básica contra la violencia, según el médico. La razón es la descarga masiva de una hormona conocida popularmente como la hormona del amor (oxitocina), que se genera en el momento del parto. Ésta desencadena la respuesta maternal y favorece la creación de un fuerte lazo entre madre e hijo. La afirmación de Odent sobre el desarrollo de la capacidad de amar procede de la constatación de que la oxitocina interviene en casi todos los aspectos del amor y del gozo, desde el carnal hasta el puramente fraternal o filial.

En relación con los distintos tipos de amor, Prescott hizo una curiosa observación en su estudio de los indígenas. De las 49 tribus, 13 escapaban a sus predicciones sobre la relación entre contacto físico en la infancia y violencia en la edad adulta. Buscando en las costumbres descubrió el elemento que faltaba: otras relaciones de amor en la adolescencia suplían lo que el entorno más cercano les había negado. Un hallazgo directamente relacionado con uno de los aspectos más fascinantes y prometedores del cerebro, su plasticidad.

"Biología no significa destino", asegura Niehoff. "El cerebro es flexible y puede reaprender. Tenemos herramientas para reducir la violencia creando un entorno seguro y de amor". Y esto es cierto incluso en casos de niños que han sufrido abusos graves en el seno de la familia. Si había alguien que les trataba con amor, que se ocupaba de ellos, y les mostraba que el mundo no era sólo agresión y violencia, se estimulaban los recursos personales para superar el impacto negativo de los abusos. Esto se conoce como resiliencia. "Se produce una transformación cuando alguien se ocupa de estos niños. La cuestión es cuánto tiempo el sistema [el cerebro] se mantiene plástico", dice Cozolino. Obviamente, la prevención parece más sencilla que la reprogramación.

Si el cerebro es flexible, el ADN también, si las circunstancias acompañan. A principios de los años noventa, en plena fiebre del gen de?, un equipo de científicos identificó el de la violencia. Se trataba del fragmento de ADN que produce una proteína encargada de degradar neurotransmisores como la serotonina y la adrenalina, conocida como MAO. Los investigadores sostenían que tener una versión poco activa del gen de la MAO significaba tener tendencia a la violencia.

Casi 10 años después, un estudio del King's College (Londres) que siguió a más de 400 hombres desde su nacimiento hasta la edad adulta demostró que la presencia del gen no era suficiente para que una persona fuera agresiva. El interruptor de la violencia estaba en el exterior. Las personas que tenían el gen defectuoso y que sufrieron falta de atención o abandono emocional durante la infancia se convirtieron en adultos agresivos. Sin embargo, aquellos que también portaban una MAO poco activa, pero que vivieron en un entorno afectivo, escaparon a la predisposición genética.

Parece que las semillas de la paz están en nuestras manos. "La hipótesis es que una crianza adecuada en ausencia de estrés permite a nuestro cerebro desarrollarse de manera menos agresiva y emocionalmente estable. Creemos que este proceso permite a los humanos desarrollar más su potencial creativo", escribía en la revista Scientific American Martin H. Teicher, catedrático de psiquiatría de la Harvard Medical School (EE UU). O como sentencia Prescott: "La transformación de una cultura violenta en una de paz comienza por el individuo que en la infancia es colocado en un camino de aceptación en vez de en otro de rechazo".

¿Pueden los científicos transformase en "bloggers"?

En pocos días se desarrollará Barcamp Buenos Aires , un evento en el que se explorará el impacto de la Web 2.0 en distintos dominios. Los participantes podrán presentar conferencias para expresar sus puntos de vista sobre distintos temas y también votar sus ponencias preferidas (una verdadera iniciativa 2.0). La lista de contenidos es extensa: buscadores, web semántica, negocios 2.0, el futuro de la Web 2.0, periodismo, podcasting, management 2.0, folksonomías y muchos etcéteras dentro de los cuales aparece una presentación titulada: Ciencia 2.0 .

Los autores se preguntan por la forma en que las nuevas prácticas que hoy se extienden en la web social, podrían llegar a los pautados espacios de investigación y debate científicos y mencionan algunos ejemplos que prometen mostrar. La pregunta resulta por lo menos relevante, ya que podría tener un impacto transformador en las prácticas actuales de producción de conocimiento científico. Hoy se pueden encontrar algunas iniciativas en la web que van en dicha dirección y que vale la pena observar.

¿Sería posible hacer ciencia de manera abierta, colaborativa y global? El flujo de la información científica tiene al menos dos barreras. Una de ellas se relaciona con el mecanismo de referato (evaluación por pares) al que debe someterse todo "paper" que se quiera ver publicado en una revista científica de prestigio. Otra limitación se vincula con que las publicaciones están sujetas a leyes de copyright y el acceso a las mismas suele implicar el pago de costosas suscripciones. Esta última limitación frena de alguna manera el ritmo de comunicación entre los miembros de la comunidad científica y la generación de nuevos conocimientos.

El flujo de la información científica tiene al menos dos barreras: su mecanismo de referato (evaluación por pares) al que debe someterse todo "paper" y las leyes de copyright
Una iniciativa que tuvo su origen en un encuentro de científicos vinculados con las investigaciones médicas, dio una primera respuesta para esta limitación al flujo de la comunicación. Se trata del Bethesda Statement sobre la publicación de acceso abierto. En dicho encuentro se ensayó una primera definición de la publicación de acceso abierto que implicaba, entre otras cosas, conceder un permiso permanente, irrevocable, internacional y perpetuo que otorgara la libertad para copiar, usar, distribuir, hacer obras derivadas, entre otros derechos, con los contenidos de los artículos publicados en dichos medios de acceso abierto.

Una iniciativa enmarcada en esta declaración es la de PLoS (Public Librery of Science). Se trata de una asociación sin fines de lucro de científicos y médicos, comprometida con hacer de la literatura científica y medica mundial, una fuente pública de acceso y uso libre. Esta biblioteca de ciencia se ciñe a la declaración de Bethesda con la única exigencia de que los consumidores del contenido mencionen a su autor.




Los resultados de una investigación sobre el funcionamiento cerebral en las moscas


Es interesante repasar algunos de los principios básicos de este emprendimiento:

• Cooperación: apertura a trabajar con cualquier grupo que acuerde con el concepto de acceso libre.

• Internacionalismo: proveer acceso libre independientemente del país de origen y asegurar la diversidad de naciones en la publicación y el comité editorial.

• La ciencia como un recurso público: no solo impulsar el libre intercambio entre científicos sino la divulgación de conocimientos a los no científicos.

Últimamente se han desarrollado algunas iniciativas para solicitar que los resultados de investigaciones financiadas con recursos públicos sean publicados en medios de acceso abierto.

El desafío es cultivar las comunidades que trabajan con el concepto de código abierto en otros ámbitos de desarrollo e innovación
El YouTube de los científicos. Tiempo atrás se publicaba un artículo en la revista NATURE, "Science in the web age: Joint efforts" , que comentaba dos nuevas formas que los científicos pueden utilizar para comunicar su trabajos a otros científicos y al público en general: los wikis y los blogs. Muchos en la comunidad científica ven con escepticismo estas prácticas. Sin embrago, recientemente SciVee ha redoblado la apuesta poniendo a disposición un espacio online para la utilización de videos con el fin de diseminar los resultados de trabajos científicos. Una suerte de YouTube para científicos. El autor de un trabajo con referato puede producir un "Pubcast" . Se trata de la presentación del artículo acompañado de un video que explica su contenido y permite además que los lectores hagan sus comentarios. El video que acompaña a esta nota pertenece a un pubcast en el que se explica una investigación acerca del comportamiento cerebral de moscas.

Investigación y desarrollo 2.0. Las comunidades abiertas de programadores de software open source , han sido sin lugar a dudas pioneras en las prácticas de colaboración abierta. Hoy en día el desafío es cultivar ese tipo de comunidades en otros ámbitos de desarrollo e innovación. Un caso interesante es el de una corporación en el mercado de productos químicos que decidió crear un espacio en la web que permitiese presentar problemas de I+D. De esta forma cualquier profesional innovador, una vez registrado en el sitio, puede aportar ideas y soluciones a cambio de una retribución económica. Así nació InnoCentive , una iniciativa que conecta oferta y demanda en investigación, desarrollo e innovación. Muchos profesionales retirados están encantados con esta posibilidad, de hecho ya hay más de 125.000 mentes creativas aportando ideas, en más de 175 países y en 40 disciplinas industriales diferentes. Este espacio promete generar una comunidad virtual global de científicos y tecnólogos trabajando y conversando sobre sus áreas de interés.

Una vez más el paradigma colaborativo emergente desafía las prácticas tradicionales. En este caso, aquellas ligadas a la gestión de la ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación.


Dr. Juan Carlos Lucas
Director INNOVA Consulting / Profesor UCA
Especial para LANACION.com

Juan Pablo II no murió por eutanasia. Hablan las pruebas

escrito por Zenit
miércoles, 03 de octubre de 2007
Publicamos el artículo que ha escrito para Zenit el doctor Renzo Puccetti, especialista en Medicina Interna y secretario del Comisión «Ciencia y Vida» de Pisa-Livorno (Italia), en el que analiza el artículo de la doctora Lina Pavanelli, médica anestesista, que con el título «La dulce muerte de Karol Wojtyla» publicó el último número de la revista italiana «MicroMega» (5/07) para afirmar que a Juan Pablo II se le aplicó la eutanasia.

Ha suscitado una cierta atención entre los medios de comunicación, más que nada por la relevancia de la personalidad objeto de debate, un reciente artículo publicado en una revista de política, según el cual el Papa Juan Pablo II habría muerto como consecuencia de una omisión terapéutica, voluntariamente elegida por el mismo pontífice en calidad de paciente (1). La autora, médica anestesista y activista política, reconoce directamente que el propio trabajo no es el resultado de un conocimiento directo de la situación clínica del paciente, pues nunca atendió directamente a Karol Wojtyla, sino de una búsqueda por Internet para obtener «noticias, notas de agencias y artículos de periódico», incluido el reciente libro escrito por el protomédico pontificio, el doctor Renato Buzzonetti (2).

El artículo tiene dos partes. En la primera la autora, basándose en elementos recogidos con las modalidades ya enunciadas, proporciona una evaluación personal de las últimas semanas de vida del Papa Juan Pablo II. Es una reconstrucción que, al menos en la intención, debería ser de tipo técnico-científico, mientras que en la segunda parte, esta reconstrucción quiere ser una valoración bioética sobre los problemas que plantean los enfermos terminales y la eutanasia

Trataremos de mostrar cómo, siguiendo el mismo itinerario metodológico, es posible llegar a conclusiones exactamente opuestas a las referidas por la autora del artículo. La tesis sostenida en ese artículo se puede resumir así: en las últimas semanas de vida del Papa Juan Pablo II, por la dificultad de deglutir causada por el mal de Parkinson, habría sido necesario introducirle una sonda nasogástrica y activar la alimentación enteral bastante antes de lo que se hizo. Según la autora, que considera «improbables» eventuales omisiones de los sanitarios que siguieron al pontífice, el retardo en emprender la alimentación artificial habría que imputarlo, como única hipótesis «plausible», al mismo Papa Karol Wojtyla, que, aún estando «informado» y habiendo «comprendido» «la gravedad de la situación y las consecuencias de la elección», la habría «rechazado» (3); tal procedimiento habría sido considerado por el mismo paciente como un «encarnizamiento terapéutico» (4). Y sin embargo la decisión del pontífice de no alimentarse habría anticipado en mucho la crisis fatal, perjudicando las defensas inmunitarias del Papa. La autora es perentoria: «Karol Wojtyla habría podido vivir todavía mucho, pero esta opción él la descartó» (5).

En el artículo afirma que la naturalidad de la muerte del Papa sería sólo aparente, «dulcemente falsa» (5). Juan Pablo II habría sido «acompañado con dulzura por un itinerario menos gravoso hacia un fin menos dramático del que habría podido encontrar» (6).

Partiendo de esta aserción, cita luego varios documentos oficiales de la Iglesia, en los que se explica el deber de ofrecer hidratación y alimentación artificial a los pacientes, para acusar por último a los católicos y al mismo Papa de incoherencia (no es casualidad el que en el inicio del artículo se cita el pasaje del Evangelio de Mateo 7, 3).

Según la moral católica, «cuando el paciente rechaza conscientemente una terapia salvavida, su acción, unida al comportamiento remisivo-omisivo de los médicos, debe ser considerada eutanasia, es decir, más precisamente, suicidio asistido» (7).

Por este motivo, según la médica autora del artículo, no hay diferencia alguna entre el caso del italiano Piergiorgio Welby [activista político, de 61 años, enfermo de una grave distrofia muscular, a quien se le desconectó el respirador el 20 de diciembre de 2006 en medio de un debate mundial sobre la eutanasia, ndr.] y la muerte de Karol Wojtyla: «la única diferencia es que a uno se le retiró, a petición propia, la asistencia tecnológica necesaria para hacerle respirar. Al otro, en cambio, por su voluntad, la asistencia no fue nunca proporcionada. Ambos pacientes murieron por falta de un instrumento indispensable para mantenerles con vida» (6).

Otro análisis
Abundamos en citas para no incurrir en malentendidos y de aquí procedemos a un análisis alternativo de los hechos. Sobre el presunto retardo en el inicio de la nutrición mediante sonda nasogástrica, la autora remonta la necesidad de tal ayuda a los «dos últimos meses de vida» del Papa (6), por tanto a los inicios de febrero, presuponiendo un retardo terapéutico de unos dos meses, atribuyendo al día 30 de marzo la colocación de la sonda (8). El Santo Padre no habría sido suficientemente alimentado durante casi dos meses, desde principios de febrero hasta finales de marzo. Y sin embargo existen una serie de elementos que contradicen esta presunción, alguno referido incluso por la misma autora.

La tarde del 1 de febrero, el Papa estaba cenando (9), por tanto era capaz de alimentarse, pero al no poder respirar, se dispuso su hospitalización en el Policlínico Gemelli, donde permaneció hasta el 10 de febrero. El 3 de febrero, el portavoz Navarro-Valls, informando sobre las condiciones generales del Santo Padre, añade que «se alimenta regularmente y hay que excluir alimentación alternativa» (10). La afirmación no parece convencer a la doctora Pavanelli, la cual parece sugerir que ya en este periodo, contrariamente a las declaraciones oficiales, se habría manifestado una insuficiente alimentación que hubiera hecho necesaria la sonda nasogástrica. Una hipótesis que mal se concilia con el hecho de que la eventual disfagia a menudo no se presenta sólo por los alimentos sólidos sino también por los líquidos y se acompaña con el peligro de pulmonía «ab ingestis» (11). Es una situación que hubiera hecho necesaria la colocación urgente de la sonda nasogástrica incluso con fines preventivos; el supuesto rechazo por el paciente es incongruente con su consenso a la siguiente y mucho más invasiva intervención de traqueotomía.

Que el problema nutricional no debía ser especialmente relevante se deduce además del hecho de que todavía el 23 de febrero, en vísperas de su última hospitalización, el Santo Padre estaba cenando (12) y según la declaración del 24 de febrero del director del Centro Parkinson de los Institutos Clínicos de Milán, el profesor Gianni Pezzoli, el Papa «tras su primera estancia en el hospital se repuso muy bien» (5). Inmediatamente después de la operación de traqueotomía, las fuentes informan de una reanudación de la alimentación (un café con leche, diez galletitas y un yogurt) (13); es difícil pensar en una repentina recuperación de la capacidad de deglutir, si la había perdido desde casi un mes. Conociendo además la pericia de los sanitarios del Gemelli y la prolongada relación de confianza entre éstos y Juan Pablo II, junto a su absoluta y total confianza en la Madre de Dios, es difícil pensar en una negligencia en la vigilancia de los síntomas disfágicos, durante todo el periodo de la última hospitalización, que se prolongó hasta el 13 de marzo. El doctor Buzzonetti precisó a continuación que la sonda nasogástrica fue introducida al Papa desde el lunes santo, es decir desde el 21 de marzo (14) y que durante el Vía Crucis del viernes santo las cámaras de televisión le enfocaron en su capilla privada de espaldas para no mostrar la sonda.

La presunta omisión no se referiría por tanto a dos meses sino, en el peor de los casos a sólo ocho días, un intervalo en el que es posible y verosímil una actitud de los médicos de espera, en la esperanza de una posible mejoría de la capacidad de deglutir. Al no presentarse esta mejoría, es posible que los médicos decidieran aplicar la sonda. No se comprende tampoco por qué motivo la doctora considera que quedó reducida la eficacia de la sonda por las breves interrupciones de pocos minutos producidas cuando el Papa se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para saludar a los peregrinos (15). No puede dejar de suscitar una cierta admiración la capacidad de la doctora para describir de manera contradictoria en dos artículos distintos la misma maniobra de remoción y aplicación de la sonda. En el primer la considera «para nada arriesgada» (3), «sencilla y poco traumática» (16), luego la define como un tormento (15).

Pero si es posible causa todavía más estupor la puesta en tela de juicio del concepto de muerte natural que, según la autora, no se verifica en la realidad con frecuencia significativa. Sorprende en efecto que la expresión del Papa Benedicto XVI «ocaso natural», sea interpretada como una muerte sin asistencia y sin modificación del curso natural de la enfermedad (5), en vez de una muerte que tenga en cuenta al hombre, su naturaleza ontológicamente racional, respetándolo, una muerte que se produzca mientras se proporcionan cuidados razonables, o, más propiamente, proporcionados a la situación. La doctora parece más de una vez querer transmitir la idea de que, atendiendo cada vez los fallos que se crean en los diversos órganos de un organismo gravemente enfermo, se pueda postergar el final en una medida casi indefinida (5; 17), casi como si, resuelto el problema nutricional, el Papa Karol Wojtyla hubiera podido vivir con toda seguridad mucho tiempo. Lamentablemente la literatura científica enseña que, tras más de diez años de enfermedad, a pesar de todas las modernas ayudas terapéuticas disponibles, los pacientes aquejados del mal de Parkinson, siguen teniendo una mortalidad en un 350% mayor que sus coetáneos no aquejados de esta patología (18).

Por último, la postura de la autora parece fuertemente influenciada por una lectura retrospectiva de los hechos, olvidando, al menos así parece, que en medicina con frecuencia la naturaleza de las acciones y omisiones se revela sólo a través del tiempo que decreta sus consecuencias. Es una consideración que marca una diferencia evidente entre el caso Welby y el del Papa Karol Wojtyla. En el primer caso se sabían muy bien las consecuencias de desconectar del paciente el aparato de respiración (una consecuencia buscada, querida por el paciente y compartida por el médico). En el segundo, la honestidad impone reconocer que el teóricamente posible, si bien improbable y no demostrado, retardo en algún día en la activación de la alimentación artificial, haya sido dictado por situaciones contingentes, que desconocemos, quizá por esperar al momento oportuno para realizar una PEG (Gastrostomía Percutánea Endoscópica) (19), o en una recuperación por parte del paciente.

Esto nos conduce así a la interpretación por así decir «bioética» de los hechos, proporcionada por la autora, que usa de manera impropia textos oficiales de la Iglesia y del Magisterio, junto a resoluciones de autorizados consensos bioéticos y de autores católicos, para afirmar que éstos sostienen que cualquier omisión de una terapia para salvar la vida haya que considerarla como eutanasia y que, en cuanto tal, implica al paciente que voluntariamente rechaza tales cuidados junto a los médicos que secundan tal petición (7). Esta perspectiva distorsiona completamente el mismo contenido de los documentos de la Iglesia, que siempre, junto a la clara indicación de la norma general, se apresuran a subrayar la necesidad de analizar la materia y las circunstancias, para dar un juicio moral sobre los actos.

Además, la doctora no tiene en cuenta la intención del agente, como desde 1980 ha claramente indicado la Congregación para la Doctrina de Fe, en su declaración «Iura et bona», que define la eutanasia como la muerte procurada «con el fin de eliminar todo dolor» (20). Como señala el profesor Pessina, hay una gran diferencia entre una pedir la muerte y poner la propia vida al servicio de los demás a través de la categoría del «sacrificio» (21). No captar la diferencia entre la eutanasia y el comportamiento de Juan Pablo II, es no ver la diferencia entre el reservarse y el entregarse. Es una elección que une a cuantos, aún considerando la vida como un bien primario, no la han considerado como el bien absoluto, y recordando que «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos» (Juan 15, 13), no han rechazado su ejemplo sino que lo han repetido hasta el fin: «Totus tuus» (22).

Invita CIESAS a cursar maestría en antropologia social


El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), invita a la gente interesada en cursar la Maestría en Antropología Social, a que se inscriban en el proceso de selección de alumnos, próximo a llevarse a cabo durante el mes de septiembre, así lo informó Daniela Traffano, coordinadora académica.

Realizamos una visita a Traffano el día miércoles 26 de septiembre a las 14:00 horas en sus oficinas del CIESAS, al llegar al edificio fuimos recibidas por el guardia, quien solicitó que nos registráramos, minutos después nos indicó el camino a seguir, la doctora en antropología social estaba esperándonos. Nos presentamos, viendo que el espacio era pequeño nos propuso que pasáramos a la sala de juntas.

Ya ubicadas en el lugar que era más espacioso y fresco inició la conversación, nos comentó que cursar la Maestría en Antropología Social, es una buena opción para acercarse a los problemas sociales de Oaxaca, además con los proyectos de investigación que se realizan se pueden aportar soluciones que beneficien a la entidad.

Estábamos en un ambiente académico, había muchos libros y una gran pantalla plana que seguramente sirve para ilustrar las clases que ahí se imparten. La ventilación del lugar calmó nuestros nervios.

La doctora en antropología social señaló que en esta ocasión el CIESAS Pacífico Sur ofrece a las personas interesadas la oportunidad de inscribirse en el proceso de selección para ser parte de la Maestría en Antropología Social, próxima a iniciar en el mes de septiembre del presente año, con una duración de 2 años.

La investigadora indicó que la importancia de cursar una Maestría en el CIESAS radica en el Plan de estudios que ofrece , ya que es un espacio de formación académica que incluye la integración de tres procesos, que son; formación teórica y metodológica en antropología, discusión y reflexión sobre temáticas regionales a la luz de los debates contemporáneos dentro de líneas de investigación y por último investigación básica que permita ampliar la comprensión de la cultura y de las prácticas sociales en este contexto regional. Además de contar con profesores preparados y especializados en cada materia.

Daniela Traffano mencionó los requisitos que deben cumplir los interesados: llenar una solicitud en el formato CIESAS, presentar un anteproyecto de investigación, una carta de exposición de motivos para ingresar, título y certificado de estudios de licenciatura con promedio escolar mínimo de 8 y capacidad de redactar y expresarse correctamente en español, entre otros.

Había pasado media hora, ya teníamos más confianza, le preguntamos sobre las aptitudes y actitudes que se requieren para ser alumno del CIESAS, a lo que ella respondió que “fundamentalmente se necesita dedicación y compromiso”, ya que al cursar esta Maestría en Antropología Social se le solicita al alumno que disponga de tiempo completo y que se dedique exclusivamente a sus estudios de Maestría.

Por otro lado, también explicó que el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) es un organismo público descentralizado y un Centro Público de Investigación, adscrito al Sistema de Centros del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), como parte del Subsistema de Ciencias Sociales, se especializa en los campos de la Antropología Social, la Historia, la Etnohistoria y la Lingüística, como en otras ciencias sociales, está basado en la realización de investigación y formación especializadas.

Daniela Traffano señaló que actualmente el CIESAS cuenta con sedes y programas de investigación y docencia en siete ciudades del país: Sede Distrito Federal (Ciudad de México), Sede Golfo (Xalapa, Veracruz), Sede Occidente (Guadalajara, Jalisco), Sede Pacífico Sur (Oaxaca, Oaxaca), Sede Sureste (San Cristóbal de Las Casas, Chiapas), Programa Noreste (Monterrey, Nuevo León) y Programa Peninsular (Mérida, Yucatán).

Minutos después mencionó que el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) brinda la oportunidad de apoyar a los alumnos nacionales para tramitar becas, por su parte los estudiantes extranjeros pueden gestionar el apoyo económico para sus estudios con sus respectivos gobiernos o bien tramitar una beca con la Secretaria de Relaciones Exteriores de México.

Después de conocer todo lo que ofrece la Maestría en Antropología Social, los últimos minutos fueron de risas al comentar otros temas informales y personas que conocíamos en común, tomando en cuenta que Oaxaca es una ciudad en la que es fácil conocerse.

Llegó la hora de despedirnos, le agradecimos sus atenciones. Pactamos nuestra próxima cita y concluimos la charla a las 15:00 horas, era el momento justo para que continuara con su comida que habíamos interrumpido minutos antes.

Aguinaco, adiós a un precursor

El pasado 29 de septiembre murió Vicente Agui-naco, uno de los hombres más significativos en la vida de nuestro Poder Judicial federal. Si hubiera que elegir un adjetivo para calificar su legado, éste sería, a no dudarlo, el de precursor. Durante los cuatro años que encabezó la Suprema Corte de Justicia de la Nación —1995 a 1990—, su presidencia no pudo resultar más trascendental y, al mismo tiempo, más controvertida.

Para los conservadores, Aguinaco desató fuerzas que, a la manera del aprendiz de brujo, no fue capaz de controlar. Para los liberales, le faltaron agallas. Unos y otros admiten, sin embargo, que abrió las puertas y condujo el proceso de transición entre un Poder Judicial sumiso, anquilosado, a uno independiente, capaz de destituir funcionarios públicos, obligar a un gobernador a reconocer las prerrogativas constitucionales de un presidente municipal y de anular actos del Ejecutivo federal.

A lo largo de su vida, Aguinaco tuvo un pie en el mundo de las tradiciones y otro en el de la modernización: hablando el lenguaje de los jueces de viejo cuño, logró acabar con las designaciones de juzgadores que se hacían por dedazo; garantizó la profesionalización y el servicio de carrera judicial; estableció las bases de la organización del Consejo de la Judicatura; inauguró las casas de la Cultura Jurídica para fortalecer el diálogo con las entidades federativas; diseñó los alcances del Tribunal Electoral e impulsó los mecanismos para que se mantuviera informada a la sociedad civil sobre juicios y sentencias.

“Un político debe ser zorro y león”, escribió Maquiavelo. Por su temperamento y formación, Aguinaco sólo fue león. Esto le hizo “caer en las trampas de los cazadores”, que hasta grabaron y distorsionaron sus conversaciones telefónicas. Otras veces, lo obligaron a titubear. En el caso del anatocismo, tardó más de 15 días en explicar el asunto a los medios, vacío que aprovecharon los barzonistas para difundir su propia versión y desprestigiar a la Corte. Luego, en su informe final, Aguinaco no logró reprimir su enfado: “Gamberros”, los acusó. Si hubiera tenido algo de zorro, nunca lo habría hecho. Las críticas le llovieron.

Pero ser león tuvo sus ventajas: contra la opinión de algunos de sus compañeros, concedió entrevistas y se reunió con los directivos de los medios de comunicación. Un presidente de la Suprema Corte nunca había hecho algo similar. Para dialogar con los concesionarios, fue a dar hasta la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión, ante el escándalo de algunos consejeros. “Vas a abrir la caja de Pandora”, le advirtieron. Ellos opinaban que un juez no tenía por qué dar explicaciones a nadie. “Ya la he abierto”, admitió Aguinaco. Y, en efecto, aquellos pasos que dio, fueron decisivos para que la Corte irrumpiera en la escena nacional.

Educado en los valores del siglo diecinueve, pero con una visión amplísima sobre el futuro, este guanajuatense apuntaló la independencia judicial. Cáustico y gruñón, más de una vez lastimó a sus interlocutores, que no compartían su visión descarnada de la realidad o su sentido del humor. Su generosidad, no obstante, le permitió cerrar las heridas que pudo haber abierto. Entre sus cualidades también habría que destacar su lealtad. Concebía esta virtud con carácter bilateral y estaba consciente de que no podía exigirla si él no la demostraba. Se jugaba el pellejo por sus colaboradores eficientes y, así, despertó afectos incondicionales.

Lo que más debe importar a un jefe, afirma Peter Drucker —sea éste político o empresario—, son los resultados. Para Drucker, los verdaderos líderes son los que transforman el mundo sin ruido. Los líderes auténticos, precisa, “tuvieron visión, profunda fe, sentido del deber y voluntad para trabajar muy duramente”. Vicente Aguinaco poseyó todo esto en grandes cantidades. Su legado se irá haciendo patente a medida que México avance hacia el estado democrático de derecho al que todos aspiramos y que él, como pocos, contribuyó a consolidar. Descanse en paz.

Director general del Inacipe

Pensar la desigualdad

La desigualdad es no tener lo que otros tienen. Si una persona trabaja cierto número de horas por un salario y otra tiene una jornada laboral menor con un ingreso mayor, sin duda hay desigualdad. En este sentido la desigualdad social es un hecho, como ver anochecer o salir el sol.

Sin embargo, la desigualdad no es interesante sólo porque existe. En realidad, su importancia radica en creer que buena parte de ella no debiera de existir. Si pensamos que es bueno que a trabajos iguales correspondan salarios iguales, el que alguien gane más trabajando menos tendría que corregirse. Cuando lo que las personas poseen difiere de lo que nuestros valores recomiendan, la desigualdad se convierte en un problema.

Así como preguntamos por qué algunos ganan más trabajando menos y proponemos respuestas, podemos cuestionar si es conveniente o no para la sociedad el que esto ocurra y plantear razones para nuestro juicio. En el primer caso esperamos encontrar la verdad mientras que en el segundo el bien, y en ambos casos es factible encontrar más de una contestación a nuestra inquietud. En el caso de la desigualdad, sin duda hay más de una respuesta al preguntarnos por qué debemos ocuparnos de ella.

Una primera motivación es la felicidad humana que es posible imaginar como denominador común entre nosotros. Cuando las personas con mayores recursos mejoran su posición, su contribución al bienestar general puede ser menor que cuando progresa una persona con menores recursos. Un peso extra suele hacer más feliz al pobre que al rico, por lo que la desigualdad reduce el bienestar social.

Una segunda razón son los riesgos de la vida. Si es probable que caigamos en la situación de los demás, ya sea para mejorar o empeorar, preferiríamos atenuar las cargas de la mala suerte y moderar las ganancias de la buena fortuna. Así, si para todos existe la misma probabilidad de ganarse la lotería o sufrir una catástrofe, preferiríamos atemperar los extremos con una distribución más igualitaria de los recursos sociales.

Un tercer motivo, similar al anterior, es el desconocimiento absoluto de muchos de los aspectos centrales de nuestra existencia, en donde ni siquiera se puede hablar de lo probable. Si existe total incertidumbre respecto a la posición que se ocupará dentro de una sociedad, es razonable escoger reglas que procuren impulsar la posición de los menos aventajados, pues uno podría estar en ella. Lo anterior no es otra cosa que una forma de recomendar menos desigualdad ante infortunios imprevisibles.

Otra motivación proviene del papel central que le damos a los seres humanos en contraposición a los objetos o los animales. Las experiencias valiosas de las personas son únicas e irrepetibles, por lo que todas requieren de una igual esfera de protección para llevarse a cabo. Igualdad de derechos y defensa de iguales libertades sería lo deseable socialmente.

Finalmente, si las diferencias en el desempeño social de las personas no sólo reflejan las consecuencias de sus decisiones sino también circunstancias fuera de su control que las ponen en desventaja, es razonable compensar tales circunstancias. No se puede hacer responsable a un individuo de recompensas o castigos por lo que está fuera de su control, como el género con el que nace, su origen étnico o sus antecedentes familiares. Para restituir el valor de la responsabilidad personal es necesario igualar el punto de partida de hombres y mujeres, grupos étnicos o individuos con herencias diferentes; sólo así podremos apreciar la aceptable desigualdad proveniente de la libertad para elegir.

Pero la desigualdad no sólo es cuestionable por la consideración de los demás o algún sentido de la justicia. También puede ser preocupante por los motivos más egoístas imaginables. A las razones éticas antes citadas se le pueden sumar diversas razones pragmáticas: la desigualdad puede generar la desintegración de los lazos interpersonales, un clima de hostilidad, violencia y crimen, conflictos sociales y en último término consecuencias indeseables incluso para los que se encuentran en las mejores posiciones dentro de la desigualdad existente. Por interés propio, puede evitarse una desigualdad social que inhibe la cooperación y genera la envidia, que promueve la agresividad o la confrontación, que no favorece el respeto a los derechos ajenos y justifica el delito, y que puede ser caldo de cultivo para la rebelión social.

Aunque por múltiples motivos la desigualdad social sea inconveniente, debemos preguntarnos a qué igual-dad debemos aspirar. A mi parecer, la igualdad pertinente corresponde a la libertad para vivir como persona: es la igualdad para poder generar frutos con nuestro esfuerzo aunque los frutos generados no sean los mismos entre las personas; es la igualdad para integrarnos dignamente a la sociedad que nos rodea aunque la forma específica de integración difiera según cada caso; es la igualdad para perseguir nuestros planes de vida aunque cada vida resulte diferente; es la igualdad para alcanzar cierta comprensión del mundo y de nuestra existencia aunque cada uno les dé un sentido distinto; es, en último término, la igualdad de oportunidades para ejercer significativamente nuestra autonomía como personas.

rodolfo.delatorre@prodigy.net.mx

Director de la Oficina del Informe Nacional de Desarrollo Humano

Serpientes y Escaleras

La guerra de los “aztecas”


El lance de Televisión Azteca contra el Senado marcó el inicio de la batalla que ha decidido dar la televisora del Ajusco contra la futura Ley de Medios. Sabedores de que en esa guerra irán solos —porque su competidora Televisa parece haber pactado ya una negociación con los senadores—, los directivos al mando de Ricardo Salinas Pliego decidieron anticiparse y, en un movimiento que hacia fuera pareció precipitado, iniciaron el enfrentamiento.


No fue casual que Azteca arrancara su estrategia —si la tienen—, justo una semana después de que se supo del encuentro que sostuvieron Manlio Fabio Beltrones y Emilio Azcárraga Jean. La filtración del dato de aquella comida, de la que aquí le informamos, y la posterior aparición de una foto en la prensa donde el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y el presidente de Televisa departían y dialogaban civilizadamente, fue la señal de que Azteca se había quedado sola.


Después de que las dos televisoras, con los principales radiodifusores de la CIRT se movilizaron juntos contra la reforma electoral, en aquella histórica audiencia ante las comisiones del Senado, la unidad de la industria cambió tras el fracaso y los errores cometidos en aquella tardía cruzada que perdieron.


La primera señal de la fractura entre las dos televisoras se dio el jueves 13 de septiembre, en la reunión en la sede de la CIRT, donde los industriales pidieron un referéndum antes de que se aprobaran las reformas electorales. En aquella reunión, la señal de Televisa se enlazó tarde al evento y sólo transmitió el posicionamiento oficial, mientras Azteca le dedicó más de una hora a la transmisión.


La presencia de Ricardo Salinas y de toda la plana directiva y el elenco de conductores de TV Azteca, contrastó con la ausencia de Emilio Azcárraga que no quiso acudir a la reunión, aún cuando la CIRT se lo pidió. Los enviados de Emilio, Bernardo Gómez y José Bastón, se vieron todo el tiempo serios, como tomando distancia a pesar de su simbólica presencia.


Pero la confirmación de que las dos televisoras tendrían que negociar por separado en el tema de la Ley de Medios se dio en una reunión previa a la aprobación de la reforma electoral en el Senado. A Jorge Mendoza, el senador y vicepresidente de Azteca, le dijeron sus colegas senadores de todos los partidos que la apertura a nuevas cadenas nacionales de televisión, incluida una concesión a una televisora extranjera en la próxima legislación, era un hecho.


Mendoza, cuentan senadores que estuvieron en aquel encuentro, tomó de inmediato una posición defensiva. “Si hacen eso equivale a una expropiación, pero al revés. Sería la entrega del espectro (radioeléctrico) a extranjeros, porque no vamos a poder competir y si es así, lo que haríamos nosotros sería vender la televisora de inmediato a capital externo”, amagó el senador y directivo de Azteca.


En respuesta, varios senadores le recomendaron a Mendoza que se definiera de cara a lo que venía: “Vas a tener que elegir entre ser senador de la República o ser senador de TV Azteca”, le dijo uno de sus colegas.


Notas indiscretas… El viaje del titular del Cisen, Guillermo Valdez, a Nicaragua puede estar relacionado con la investigación del EPR. En Managua operan células de la ETA y una línea de investigación del gobierno mexicano apunta a las conexiones entre la guerrilla eperrista y el grupo terrorista vasco. Datos de inteligencia señalan que los etarras asesoraron al Ejército Popular Revolucionario en la década de los 90, particularmente en lo relacionado con la realización de secuestros como forma de financiamiento para su movimiento subversivo. El primer atentado del EPR contra instalaciones de Pemex, cometido en julio pasado en Guanajuato y Querétaro, fue reivindicado por un comando autodenominado “Francisco Javier Mina”, nombre del insurgente navarro que abandonó la milicia en su natal España para unirse a la lucha de los independentistas mexicanos en 1817. Alguna pista en ese sentido pudo ir a rastrear el encargado del Cisen hasta el país centroamericano… Los dados cerraron con Serpiente. Semana negra.

Bajo reserva

Pegan susto militares al subcomandante Marcos


Susto se llevó el subcomandante Marcos en una carretera cercana a Mazatlán, Sinaloa. El líder zapatista viajaba en un convoy rumbo a Sonora, y fue detenido en un retén militar. Los elementos del Ejército le pidieron que descendiera de la camioneta, pero él se negó. Luego de unos momentos de tensión, lo dejaron seguir su camino. Queda en el aire la pregunta si hubo hostigamiento deliberado o sólo una coincidencia en el encuentro.

Hoy se sabrá que como ex presidente, Vicente Fox tiene derecho a un número determinado de asistentes con cargo a la nómina federal. En su caso, son aproximadamente 25, cifra similar a la que conservan Luis Echeverría y Carlos Salinas. El punto es que don Vicente ubicó a algunos de esos ayudantes en la fundación de doña Marta, Vamos México.

El ex presidente Miguel de la Madrid, por cierto, se metió tangencialmente a la polémica sobre los lujos y bienes del guanajuatense. Hizo una mesurada crítica: “Un ex presidente se debe comportar haciéndole honor al privilegio que recibió del pueblo de México”.

En su carácter de presidente supremo del Consejo Nacional del Colegio de Abogados de México, acudió ayer a una reunión de litigantes. Ahí defendió a los ex mandatarios que, como él, cobran la pensión presidencial: “Hay que dotarlos de dignidad en su vida después de la Presidencia”.

Al Gore se siente en México como en su casa y quizá hasta mejor. Hoy se presenta en el marco del séptimo Congreso Internacional, organizado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico. Su presentación será a rigurosa puerta cerrada, sin invitados especiales, ni colados ni periodistas, porque en su contrato se especifica que la palabra ecologista sólo puede ser revelada a quien se caiga con su cuerno de mil 200 pesos.

En unos días se realizará el nuevo Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas, luego del escándalo por la venta de la prueba. Regularmente, las autoridades de Salud resguardaban el examen, pero ahora está bajo custodia de la Agencia Federal de Investigación, por si acaso.

Aquí le dimos cuenta de que la presidenta del PAN en el Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo, sobrina de la primera dama, Margarita Zavala, ofreció una cena a Germán Martínez, ex secretario de la Función Pública y aspirante a la dirigencia nacional panista. Nos platican que Diego Fernández de Cevallos, El (ex) Jefe, acudió al ágape. ¿Cuál es la señal?

Por cierto, Martínez incorporó en su equipo al ex vocero de la Secretaría de Energía, Homero Niño, quien será reemplazado por Héctor Escalante, quien ocupaba un lugar clave en el equipo cercano del vocero presidencial, Max Cortázar.

El presidente Felipe Calderón presenta hoy el Programa Nacional de Salud, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, acompañado del equipo del secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.

Entrevista a Mario Molina


¿Quién es Mario Molina?
(Veracruz, México, 1942) Químico mexicano. Durante los años sesenta estudió en la facultad de química de la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó estudios de posgrado en Estados Unidos, y se doctoró en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Gracias a su tesón y a su interés por difundir sus conocimientos, poco después ingresó como profesor en el mismo centro y adquirió la ciudadanía estadounidense. Además de su labor docente, realizó una fructífera tarea de investigación, con especial interés por el problema del medio ambiente. Fue uno de los primeros científicos en alertar acerca del peligro que representan para la capa de ozono los clorofluorocarbonos empleados en aerosoles, tanto industriales como domésticos. Desde 1974 divulgó sus descubrimientos sobre esta materia y asesoró a empresas e instituciones públicas y privadas. En 1995 recibió el Premio Nobel de Química.

¿Cuál es el papel de las instituciones y masificación de la educación superior en México?
Mi idea al respecto es que las instituciones de educación superior deberían de jugar un papel cada vez más importante. Creo que se ha incrementado la importancia de dichas instituciones, pero quizá no en la medida en que potencialmente deberían haberlo hecho, tanto en la educación como en la preparación de personas de alto nivel para la investigación y la tecnología. No tengo detalles ni documentos para hacer un juicio mejor, pero sí me parece que debiera ser una inversión importantísima de los diferentes gobiernos.

¿Cuál es la política científica en México?
De manera muy general, hay aspectos distintos de la política científica. Por un lado, es cuestión de recursos, pero aunque éstos fueran muy limitados, es evidente que debería haber un mínimo de inversión en la investigación científica en México, para garantizar al menos un nivel muy alto en el profesorado; esto es, personas que estén haciendo investigación, aunque no sea en escalas muy grandes pero que sean las que estén juzgando el nivel de educación del resto del país. Por otro lado, debería ser mucho más agresiva la política científica, no solamente para garantizar el nivel de educación, sino además para contribuir al desarrollo de la ciencia misma y sobre todo al desarrollo de la tecnología; esto desgraciadamente es algo que no funciona a corto plazo, o sea que el resultado de una política científica muy atinada, quizá no lo vea el país de inmediato, pero es evidente que para la competencia que existe a nivel global, desde el punto de vista económico, en la medida en que la comunidad científica tenga más influencia en el país, éste va a poder competir mejor.

Es necesario hacer un esfuerzo especial para incrementar el número de científicos. Si se compara el de México con el de Estados Unidos, hay una diferencia gigantesca y no solamente en el número total, sino en el relativo, en términos del tamaño de las economías. Esto es parte de la tradición y la cultura. Hay que hacer un esfuerzo especial en México para que sea más atractivo el mundo de la ciencia, sobre todo para los jóvenes que están tomando decisiones respecto a qué dedicarse el resto de su vida. Y lo ideal, claro, es atraer a aquellos que potencialmente puedan contribuir más a la ciencia, por eso es importantísimo hacer esfuerzos para que aumente ese número, porque es evidente que no sólo es cuestión de recursos económicos. El país tiene que aportar más dinero al mundo científico de lo que ha hecho en el pasado, pero también es cuestión de hacer atractivas ese tipo de carreras, y las dos cosas están relacionadas, porque en la medida en que los sueldos de los científicos estén limitados y las carreras no sean atractivas para los jóvenes, no las escogerán. No es suficiente el incentivo económico, insisto, también hay que tomar en cuenta los incentivos de tipo cultural y social.


¿Cómo es la obtención formal de grados académicos?
La mayor parte de los investigadores científicos en el mundo actual de la ciencia, se formaron trabajando en alguna institución, obteniendo algún grado. Es el mecanismo normal. No es esencial. Es simplemente un mecanismo para tratar de garantizar, en la medida que sea posible, que quienes se dedican a hacer investigación científica tengan una preparación adecuada, pero no es absolutamente indispensable, simplemente así es como ha evolucionado el mundo científico en muchas partes y hasta que no se ponga una alternativa clara sería difícil de juzgarlo; pero desde luego, hay que tener flexibilidad, sobre todo en países como México en que la investigación científica es relativamente reciente. Puede ser que haya investigadores de primera, que por alguna razón histórica, no hayan obtenido grados académicos; hay que tomar en cuenta esta posibilidad.

La Contaminación a nivel mundial y en particular en la Ciudad de México. ¿Cuales son las Medidas para combatirla?
A nivel mundial realmente sólo hay un ejemplo en el que se ha tomado una medida muy clara a nivel internacional y ya empieza a tener efectos: el adelgazamiento de la capa de ozono. Esto nos muestra que sí puede funcionar la comunidad internacional tras un fin común. Hay muchos otros problemas en que sí se comunican los distintos países del mundo, por ejemplo la contaminación del agua, en el Mediterráneo, países que por razones políticas, normalmente se comunican poco entre sí, cuando hay problemas del medio ambiente, muchas veces sí lo hacen y éstos se pueden resolver. Pero hay mucho más qué hacer todavía a nivel mundial y esperemos que, en la medida en que evolucionen las sociedades, cada vez haya más colaboración. De la contaminación en la Ciudad de México desgraciadamente no tengo información suficientemente detallada; es un problema que quiero continuar estudiando y realmente sé poco de él, pero quiero hacer un esfuerzo para entender lo más posible; no tengo perspectiva histórica de los últimos veinte años en México, más que la observación de que la contaminación sigue siendo muy aguda, entonces evidentemente las medidas no han funcionado tan bien como lo esperaba la sociedad. Tengo la esperanza de que exista la posibilidad de que se tomen medidas suficientemente drásticas para que el problema de la Ciudad de México mejore en las próximas décadas.

¿Como está la calidad del aire en el Estado de México?
Por fortuna ha mejorado, a principios de los años noventa era totalmente inaceptable, hay mejoras que son consecuencia de las medidas que se han tomado, por ejemplo, sabemos que el sector transporte es el responsable de la mayor parte de las emisiones que contaminan y teniendo accesorios como convertidores catalíticos mejoramos la calidad del aire, pero todavía hay mucho que hacer, aunque sí es posible mejorarla más. Otro, es lo que se puede hacer en otras partes de nuestro país, que también tienen problemas incipientes o en algunos sitios ya desarrollados y en los que es importante la calidad del aire.

El Valle de México ¿Es la zona más contaminada del país?
No necesariamente, hay otras zonas más contaminadas pero esperamos poder competir con las más limpias. Lo que sucede en el Valle de México es que representa un reto muy grande, porque está rodeado de montañas y la población tiene las inversiones térmicas, que caracterizan su meteorología y acumulan las emisiones; eso es lo que ocasiona la pérdida de calidad en el aire. Ese es uno de los retos más grandes del mundo, tener una ciudad limpia en esas circunstancias, pero como digo existen avances importantes.

¿Cuales son otras medidas viables?
Nosotros tenemos un programa de cuatro puntos con el que establecemos que en una década mejorará la calidad del aire y sirve de ejemplo para otras ciudades grandes en el país.

Primero, renovar la flota vehicular. Tenemos vehículos muy viejos que contaminan cincuenta o cien veces más que los vehículos con tecnología nueva; no es necesario hacerlo de golpe pero poco a poco la gente puede adaptarse al cambio con más verificaciones y normas estrictas.

Segundo, tener normas al nivel de las más avanzadas en el mundo para los vehículos nuevos: automóviles particulares, camiones a diesel y autobuses. Los motores a diesel viejos contaminan muchísimo y es algo que no se le da suficiente atención; esta tecnología se usa en Europa y Estados Unidos, no hay excusa para no hacerlo.

Tercer punto, utilizar los combustibles adecuados para la tecnología de punta; ya tuvimos un logro importante, los combustible muy bajos en azufre. El país, PEMEX y la Secretaria de Hacienda ya se comprometieron con la inversión necesaria para tener ese combustible tan indispensable.

Cuarto y último punto, mejorar el transporte público. Además de problemas de contaminación, tenemos problemas serios de congestionamiento, que exacerban la contaminación; el transporte público se puede organizar mucho mejor.

Tomando en cuenta las condiciones socio-políticas del país, ¿Cuál es el futuro que prevé para la investigación y la ciencia?
Eso es un punto muy importante, se entiende que la situación económica tiene problemas, que se le quitan fondos a aspectos como la cultura, la educación , la investigación pero a la larga sale más costoso.

Creo que es indispensable mantener esa inversión, hemos visto que hay amenazas de bajar la inversión que se da a las instituciones educativas y eso si es peligroso. Aclaro, no es suficiente tener la inversión adecuada es necesario contar con una garantía de calidad y para esto todos tenemos que trabajar juntos.

La opinión sobre la ley que se discute en la Cámara sobre bioenergéticos, ¿es viable?, ¿requiere de modificaciones?
Sí requiere modificaciones; pero --como acabamos de oír--, sí están muy conscientes de que hay que ampliarla, tomar en cuenta todos los bioenergéticos, todos los biocombustibles. Hablamos de biodiesel, no nada más de etanol, y hay otros compuestos que se le pueden agregar a la gasolina. En principio hay que generalizarlo, que no esté orientada a favorecer específicamente un producto.

La muerte de un peregrino


Un peregrino murió ante el altar de la iglesia de Talpa, después de haber caminado por cuarenta y cinco días con llagas en los brazos y piernas.

Talpa es un municipio de Jalisco cuyo nombre significa en náhuatl “sobre la tierra”, este se asienta en la Sierra Madre Occidental, en el año 2000 el número de habitantes era de 7,283.

El Santuario de la Virgen del Rosario de Talpa, data de 1782, al frente se encuentra un atrio rectangular con tres accesos que ostentan portadas semejantes en cantera gris, es uno de los santuarios más visitados en todo el año, los peregrinos van con devoción a pedirle la curación de enfermedades, un compañero, un niño sano, o para obtener buenas calificaciones, ocupa el segundo lugar en la visita de peregrinaciones.
“Lo llevamos a Talpa para que se muriera. Y se murió. Sabíamos que no aguantaría tanto camino; pero, así y todo, lo llevamos empujándolo entre los dos, pensando acabar con él para siempre. Eso hicimos.” Reiteró el hermano de Talino.
El hermano de Talino mencionó que la idea de ir a Talpa salió de su hermano, a él se le ocurrió primero que a nadie. Desde hacía años pidió que lo llevaran, ya que estaba enfermo y quería ir por un milagro.
Después de un largo camino al llegar a la iglesia Tanilo se arrodillo al lado de su esposa Natalia ante la Virgen de Talpa y después de unos instantes falleció en el lugar, justo en el momento en que el párroco oficiaba la misa. Al regresar a Zenzontla su hermano y su esposa de Tanilo mencionaron: enterramos en Talpa a Tanilo, siempre nos seguirán los remordimientos y su recuerdo.

Sin discriminación de género investigadoras sociales: Traffano


La cita es pactada a las dos de la tarde. No es la mejor hora para tres estudiantes que trabajan en lugares y actividades distintas, pero sí es una hora adecuada para una mujer que nos regala media hora del tiempo que dedica a la investigación. Lugar, el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), ella, la doctora en antropología social Daniela Traffano, una mujer que despierta nuestra inquietud, el tema la discriminación de género en la investigación.

Llegamos a la oficina al norte de la ciudad, sentimos tranquilidad al entrar, atravesamos varios pasillos angostos, repletos de carteles anunciando actividades culturales y académicas.

Al llegar a su oficina, nos recibe con una sonrisa, procedemos a presentarnos, Edith, Mónica y Dulce de la Universidad Mesoamericana. Comentamos de manera formal cuál es el motivo de la visita. Ella sonríe en señal de aprobación.

En 10 minutos empezamos a romper el hielo, y conversamos de distintas temáticas, para centrarnos en la discriminación de género en la investigación.

En el siglo XXI las mujeres fueron relegadas en el ámbito científico y tecnológico, no tenían las mismas oportunidades que los hombres. Existían ramas y disciplinas que eran destinadas para los varones, por lo que a las mujeres les costó más trabajo acceder a puestos de responsabilidad y de poder.

Hay que recordar que las mujeres han sido discriminadas en diversos aspectos de la vida, desde el acceso a la educación, el ámbito laboral y la jerarquía en la vida familiar, entre otros, hay que tomar en cuenta que nuestra entrevistada es extranjera, italiana para ser exactos por lo que sus respuestas estarán enmarcadas en una infancia y adolescencia transcurridas en Europa.

Para Daniela Traffano en la investigación no existe discriminación de género, “los proyectos que se proponen para financiamiento son escogidos con criterios estrictamente académicos, o al menos hasta el momento no me tocado esa amarga experiencia, de ser discriminada por ser mujer”, sin embargo, eso no quiere decir que para todas las investigadoras existan las mismas oportunidades, reconoció.

Desafortunadamente en México a los extranjeros se les da un trato preferencial, se tiene la idea que las propuestas que vienen de fuera del país pueden dar soluciones a nuestros problemas.

Nos sorprendió su forma tan relajada de iniciar este primer encuentro, desde la forma en que se sentó, con un pie sobre la silla, hasta su apariencia física sin maquillaje, ropa típica y zapatos bajos, atribuimos esto a su formación y la percepción que tiene de las cosas superficiales.

La discriminación consiste en negar a una persona las mismas oportunidades y derechos que los demás poseen, para hacer o disfrutar una cosa, esto pasa en una forma tan natural que los seres humanos pensamos que es normal.

A pesar de que Daniela Traffano considera que no hay discriminación de género, en el transcurso de la plática le solicitamos que nos enseñara algunas fotos y reconocimientos obtenidos a lo largo de su carrera, a lo que ella respondió “a mí nadie me reconoce nada”, ¿qué quiso decir con esta afirmación? ¿Acaso piensa que su trabajo no es reconocido en comparación con el de sus compañeros investigadores?

Y es que al igual que Daniela Traffano, en todo el territorio nacional existen veintiún mil 789 investigadores, de los cuales más del cincuenta por ciento son mujeres, pero sólo tres mil 268 generan conocimientos en los tres principales centros de estudios del país. El personal femenino dedicado a la investigación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es de 327, mientras que en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) es menor a 305; la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) es la institución académica con mayor participación femenina en el campo de la investigación, con 348 mujeres.

Actualmente persisten espacios poco abordados por las mujeres, como lo son; ciertos campos temáticos, algunas redes o asociaciones de pertenencia, algunos espacios editoriales y posesión de puestos jerárquicamente altos en las instituciones educativas y en organismos y políticas para el desarrollo de la actividad científica en México. Se destacan como determinantes de la deserción o dificultades para obtener estos logros académicos, dos factores: los prejuicios y la maternidad.

La investigadora social del CIESAS, nos comentó que ella no es discriminada y cree que recibe un sueldo suficiente para vivir decorosamente, por su condición de soltera. Manifiesta que no puede generalizar porque algunas de sus compañeras probablemente tengan problemas al irse a trabajar a campo y dejar a sus hijos. Además que tener una familia numerosa requiere un ingreso mayor.

Como consecuencia de la discriminación hacia el género femenino se ha eliminado durante siglos la posibilidad de aprovechar al 100 por ciento la inteligencia de los países, señalan algunos libros especializados en el tema.
Traffano sonríe nerviosa, creemos que no puede dar más explicaciones porque trabaja para una institución que recibe financiamiento del gobierno federal, no quiere dar respuestas que la puedan comprometer, ella es una investigadora italiana que ha sido bien recibida en el ámbito de la investigación en México.

Después de abordar este tema y otros más decidimos definir hora y fecha de nuestra próxima visita, ya pactada la cita, nos despedimos, nos damos la mano y empezamos a salir.

Nos despide, salimos y tenemos plática para rato. Comentamos qué nos pareció, que se parece a Mónica, podría ser su mamá, o su tía. Risas. En realidad estamos satisfechas, una persona que se ha dedicado a la investigación tiene gran apertura con los estudiantes.